La gran preocupación de Julià fue la pintura de la atmósfera, del aire, del viento, de los elementos líquidos y gaseosos que conforman el aire en el que nos movemos. Y a fe que lo logró. Julià Mateu es el pintor del Viento. Toda su obra refleja esa inquietud por mostrar justamente lo que no se ve, por representar el detalle invisible.
Es un ansia por enseñarnos las atmósferas que existen entre un ser humano y otro ser humano, o entre una planta y otra planta, o entre una naturaleza muerta y otra naturaleza muerta, es el deseo de lograr explicar de manera plástica el viento que azota los campos, las ondas que recorren el espacio, las emociones que se cruzan los amantes con una mirada o con un suspiro, los sonidos de la música, el ruido de la naturaleza.
En resumen, Julià Mateu se ha empeñado en pintar y hacer visible lo que es invisible, lo que nuestros ojos no ven ni pueden ver, pero que percibimos realmente con una sensibilidad exquisita que nos hace sentirlo como más vivo que incluso lo que se ve.
Por este motivo, el MEAM presenta una exposición de la obra de Julià Mateu que se inaugurará el jueves 26 de Septiembre y que estará abierta hasta el 27 de Octubre de 2019.