Abierto de Martes a Domingo, de 11h a 19h

La danza de Dionisio

Rafael Amargo interpretado por Jorge Egea

Una muestra inspirada en uno de los últimos espectáculos de Rafael Amargo, “Dionisio”, una obra que se estrenó en 2019 en el 65 Festival de Teatro Clásico de Mérida y se representó en varias ciudades españolas hasta principios de 2020.

La exposición “La Danza de Dionisio” reúne un total de 25 esculturas y 37 dibujos concebidos por el escultor zaragozano Jorge Egea y 10 fotografías de Consuelo Peris, y tiene como principal objetivo mostrar el poder de Amargo en el escenario y su “transformación” en Dionisio, considerado en la mitología griega como el dios de la fertilidad y el vino. De esta posesión de Dionisio-Amargo nacen una serie de trabajos en los que Jorge Egea recrea plásticamente la danza nacida del baile, reflexiones y momentos latentes en la danza del bailarín. Todo ello bajo la silente complicidad de la fotógrafa Consuelo Peris, que aporta un vasto reportaje, vínculo entre ambos artistas, así como entre la danza y la escultura, captando los efímeros instantes de las artes escénicas.

Cuando Rafael Amargo aparece en el escenario se transmuta en el semidiós Dionisio. Él no es ya un hombre, sino un personaje que atrae nuestros deseos, nuestras miradas y nos subyuga.

De esta posesión de Dionisio-Amargo, nace una serie de trabajos en los que Jorge Egea recrea plásticamente la danza nacida del baile que toda la compañía escenifica sobre el Teatro Romano de Mérida. El conjunto se complementa con reflexiones a posteriori, imágenes en las que Egea plasma mediante el dibujo y la escultura momentos del pathos universal latentes en la danza de Amargo. Todo ello bajo la silente complicidad de la fotógrafa Consuelo Peris que aporta un vasto reportaje, vinculo entre ambos artistas, así como entre la danza y la escultura, captando los efímeros instantes de las artes escénicas.

El mérito del espectáculo de Amargo es saber recolectar una raíz arcana, en su caso nacida de la cuna gitana del flamenco, e injertarla en el árbol de la vida del mito griego. Dionisio nos hace verificar constantemente que la visión grecorromana no es únicamente blanca, racional (apolínea), sino al contrario, que el genio griego antiguo no hubiera dado lugar al arte (y menos aún a lo clásico) sin ese fruto de la uva que fermentó en vino y en ambrosía, en néctar para los dioses y en locura o poesía para actores, bailarines, dramaturgos o artistas.

Ese espíritu dionisíaco otorga al trabajo de Egea una sensación de fugacidad, de provisionalidad, de abocetamiento, de non finito en pequeños y grandes formatos: 25 esculturas, apuntes realizados in situ, 37 dibujos de estudio, parte del vestuario y 10 fotografías de Consuelo Peris sobre la obra.

La exposición podrá visitarse en el MEAM del 20 de abril al 27 de mayo.

Imagen de Consuelo Peris.®

MÁS EXPOSICIONES

Esta web utiliza cookies, si continúas navegando consideramos que aceptas su uso.      Aceptar | Más Información